La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Puebla respaldó la propuesta de reducir la jornada laboral en el país, pero pidió que la implementación sea progresiva para evitar un impacto negativo en la viabilidad de las empresas, especialmente en las micro y pequeñas.
Beatriz Camacho Ruíz, presidenta del organismo empresarial, subrayó que cualquier modificación a la ley laboral debe considerar la vulnerabilidad del sector. “El 75% de las empresas en el país no logra mantenerse en operación más allá de dos años”, advirtió, destacando que una medida abrupta podría comprometer aún más su supervivencia.
En entrevista, Camacho Ruíz explicó que una disminución de la jornada semanal de 48 a 40 horas podría ser beneficiosa si se realiza en etapas. Propuso un plan que comenzaría con una reducción a 44 horas, luego a 42 y, finalmente, a 40. Este modelo permitiría a las empresas ajustar sus planes operativos y financieros de manera gradual, sin poner en riesgo su producción o el cumplimiento de sus objetivos.
“Cada negocio arranca con una corrida financiera y un plan operativo basado en una jornada de 48 horas. Si se reduce de forma abrupta, se pone en riesgo la producción y el cumplimiento de objetivos”, señaló la líder empresarial.
Camacho Ruíz concluyó que una implementación apresurada de la reforma podría aumentar el riesgo de cierre para las empresas, especialmente en sus primeros años de operación, cuando enfrentan los mayores desafíos para consolidarse.