Bajo un cielo primaveral y ante la mirada de más de 200 mil fieles, la Plaza de San Pedro fue testigo este sábado de la solemne misa exequial en honor al Papa Francisco, quien falleció el pasado Lunes del Ángel, 21 de abril, a la edad de 88 años.
La ceremonia, marcada por la sobriedad y la sencillez, tal como lo había dispuesto el pontífice argentino, fue presidida por el Cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio. En su emotiva homilía, el Cardenal Re trazó un retrato conmovedor del Papa Francisco, destacando su legado de humildad, cercanía y servicio incansable a los más necesitados.
"Hoy despedimos a un pastor que supo caminar junto a su pueblo, un hombre que con su ejemplo nos enseñó el valor de la sencillez y la importancia de la misericordia", expresó el Cardenal Re ante la multitud, que incluía líderes mundiales, representantes de diversas religiones y miles de fieles procedentes de todos los rincones del planeta.
La Plaza de San Pedro se convirtió en un mar de banderas y pancartas, donde se mezclaban el dolor y el agradecimiento. Los cánticos y las oraciones resonaron en el aire, mientras el féretro del Papa Francisco era llevado en procesión, seguido por cardenales y obispos.
El legado del Papa Francisco, conocido por su cercanía con los pobres y su llamado a la justicia social, resonó en cada palabra y en cada gesto durante la ceremonia. Su mensaje de esperanza y su compromiso con la paz perdurarán en el corazón de millones de personas en todo el mundo.